Higiene: es importante que tus pies estén limpios en todo momento. Para llevar a cabo esta operación usa agua templada y haz hincapié en la zona de los talones y los dedos. Sécalos con mucho cuidado, sobre todo para evitar la aparición de bacterias y hongos. 

Sudoración: otro de los grandes problemas del calor del verano, las altas temperaturas y el zapato abierto es el exceso de sudoración. Hazte con un buen desodorante para pies que actúe sobre los conductos de las glándulas sudoríparas exocrinas, reduciendo la sudoración y eliminando los olores desagradables. 

Hidratación: obviamente la hidratación es básica, tienes que aplicar una buena crema hidratante también en tus pies. Ten en casa una buena crema hidratante de pies que hidratante y nutra tus pies. También podrás encontrar crema específica para reparar los talones agrietados y suavizar la piel de los pies. 

Lima electrónica: no todos los días, pero una vez a la semana es interesante que uses una lima electrónico capaz de eliminar las durezas y las pieles muertas de una manera cómoda, rápida y sencilla. 

Accesorios: no hay que olvidar tampoco otro tipo de accesorios y complementos que son indispensables en verano. Al no tener muchas veces el calzado adecuado, es posible que te tengas que enfrentar a rozaduras y ampollas. Para ello, contamos con una serie de apósitos y protectores que harán de barrera para evitar este tipo de problemas.